Ankara informó el lunes que continuará luchando contra una milicia kurda en Siria respaldada por Washington, ignorando las advertencias emitidas el día anterior por el presidente de Estados Unidos.
“Vamos a devastar a Turquía económicamente si ataca a los kurdos”, amenazó Donald Trump el domingo por la noche. Antes de la retirada anunciada de las tropas estadounidenses de Siria, el presidente de EE. UU. Pide la creación de una “zona de seguridad” de 30 kilómetros, sin más detalles sobre su ubicación o su financiamiento. Al mismo tiempo, Washington pide a los kurdos que “no provoquen a Turquía”. La brutalidad de la advertencia de los Estados Unidos sorprendió y provocó una reacción de indignación de las autoridades turcas que invitaron el lunes a los Estados Unidos a honrar la asociación estratégica que los une a Turquía.
Las tormentosas declaraciones del presidente de los EE. UU. Se producen cuando el secretario de Estado Mike Pompeo recorre Oriente Medio. El objetivo de la visita es tranquilizar a la milicia, ya que la tensión ha aumentado entre los Estados Unidos y Turquía sobre su destino. Mike Pompeo aseguró a este último que podrían continuar contando con la protección de los Estados Unidos a pesar de la retirada, anunciada por Donald Trump en diciembre de 2000, tropas de los Estados Unidos desplegadas en Siria para luchar contra el Estado Islámico. Este anuncio ha debilitado la situación del YPG, la principal milicia kurda en Siria y la columna vertebral en el terreno de la lucha contra Daesh, que temen ser el objetivo del vecino.
Último asalto contra Daesh
Ankara describe a estos milicianos kurdos como “terroristas” debido a sus supuestos vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha sido una guerra de guerrillas en territorio turco desde 1984. No oculta su intención de lanzar una ofensiva contra ellos para para evitar la formación, en sus puertas, de un estado embrionario kurdo que reviva el separatismo de los kurdos en Turquía. Ankara reaccionó enérgicamente a los informes de que Trump estaba considerando condicionar la retirada de los soldados estadounidenses a la seguridad de los combatientes kurdos. Una visita a Ankara la semana pasada por parte del asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, no logró superar los desacuerdos entre los dos miembros de la OTAN.
Por el momento, las autoridades estadounidenses se han abstenido de discutir cualquier calendario de retiro. Y Donald Trump también advirtió el domingo que Estados Unidos atacaría nuevamente el IS desde las bases estadounidenses en la región si el grupo se reformara. “Rusia, Irán y Siria han sido los mayores beneficiarios de la política estadounidense a largo plazo de destruir al grupo del Estado Islámico en Siria: los enemigos naturales. También nos beneficiamos, pero ahora es el momento de traer a nuestras tropas a casa. Para las guerras sin fin”.
