El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, cedió ante la presión de sus parlamentarios y acordó apoyar un nuevo referéndum sobre el Brexit. Hasta la fecha, Corbyn se ha resistido a los intentos de lograr que respalde una nueva votación para dejar la UE, aunque esta es la política que el partido acordó el año pasado. Pero nueve parlamentarios renunciaron al partido Laborista la semana pasada en protesta por su liderazgo, y hubo informes de que otros podrían ir a menos que cambiara el rumbo.
Después de una reunión con miembros de su gabinete en la sombra el lunes por la tarde, el líder laborista finalmente cedió. “De una forma u otra, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para evitar el no acuerdo y nos opondremos a un Tory Brexit dañino basado en el acuerdo abrumadoramente rechazado de Theresa May”, dijo Corbyn en una reunión de parlamentarios laboristas el lunes por la noche, según su oficina.
“Es por eso que, de acuerdo con nuestra política de la conferencia, nos comprometemos a presentar o respaldar una enmienda a favor de una votación pública para evitar que el Tory Brexit dañino sea forzado en el país”.
En poco más de un mes, se supone que el Reino Unido dejará el sindicato al que perteneció durante 40 años, pero el panorama nunca ha sido más incierto. Las manos de May están cada vez más atadas por un impopular acuerdo de divorcio que ella selló con la UE, pero que el Parlamento ha rechazado de forma aplastante. El Brexit ha demostrado ser un tema tan divisivo que los dos partidos principales han sufrido deserciones, las empresas están en pánico y los votantes están confundidos y exasperados.
La vuelta en U de Corbyn, que durante mucho tiempo ha resistido la presión para respaldar un segundo plebiscito, se produce cuando el Reino Unido está en medio de una crisis política. No está claro cuándo el Laboratorio tendrá la oportunidad de mostrar este apoyo. Habrá votaciones el miércoles sobre la dirección de Brexit, pero todavía no se han presentado enmiendas.
No está claro qué tipo de referéndum propone el trabajo. Si bien la portavoz de asuntos exteriores del partido, Emily Thornberry, dijo que sería una opción entre dejar la UE con un acuerdo negociado o quedarse, una persona familiarizada con la posición de Corbyn dijo que esto no se había decidido. Pero incluso con el apoyo de Labour, otro referéndum está lejos de suceder.
Incluso si los 246 diputados laboristas votaran por uno, junto con los otros 65 diputados de la oposición que podrían respaldar a uno, y alrededor de 10 miembros del Partido Conservador de mayo, solo tendrían la mayoría. En realidad, al menos 25 diputados laboristas desobedecerían cualquier instrucción de votar por un referéndum. Cuando Corbyn expuso la política a los parlamentarios en una reunión privada, se podía escuchar al menos a uno que lo denunciaba enojado.
Es probable que una repetición del referéndum ocurra si un número significativo de tories respalda uno. Esa es la idea detrás de una sugerencia de los parlamentarios laboristas Peter Kyle y Phil Wilson: que deberían ofrecer votar por el acuerdo Brexit de mayo a cambio de que ella acepte un referéndum al respecto.
May ha discutido en repetidas ocasiones contra una repetición del referéndum de 2016, diciendo que socavaría la fe en la democracia y que cualquier cambio de posición podría indignar a su partido desgarrado.
Sin embargo, le dará munición para persuadir a los partidarios de la línea dura que la consideren una parodia de que podrían perder el Brexit por completo si no lo respaldan cuando regrese al Parlamento.
