Donald Trump nunca decepciona. Anticipándose a la complicada situación que se producirá a partir del 3 de enero, debido a las elecciones de mediano plazo, los demócratas serán mayoría en la Cámara de Representantes, el 45º presidente de los Estados Unidos ya entró en conflicto con el Congreso. Al final del día, nada menos que una parálisis casi total desde la medianoche del viernes de la administración federal. Claramente, si el presupuesto no se aprueba, los funcionarios públicos podrían ser puestos en licencia sin goce de sueldo. Esto se llama el “apagado”.
Los republicanos actualmente dominan el congreso. Pero para ser aprobada, la ley de presupuesto debe ser aprobada por 60 votos de 100 en el Senado, donde solo tienen 51 escaños.
En oposición a la construcción del muro contra la inmigración en la frontera entre los Estados Unidos y México, los demócratas se niegan a votar en el presupuesto los 5 mil millones de créditos requeridos por Trump para iniciar la construcción de esta obra titánica (la frontera entre los Estados Unidos y México). dos países (más de 3.200 km de longitud), que fue una de las promesas más populares del programa en el que se eligió al actual inquilino de la Casa Blanca.
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Un libro que no se mueve a pesar de la mayoría
Dos años después de la elección presidencial, solo unas pocas secciones del muro existente están aquí o allá, frente a las cuales a Trump le gusta ser filmado por los canales de televisión. Aunque los republicanos habían tenido una mayoría en ambas cámaras del Congreso, el libro apenas ha avanzado, permaneciendo en forma de borrador. Sobre todo porque Trump había sido fuerte durante la campaña para pagar el muro a los mexicanos. Este último obviamente se negó a pagar cualquier coste.
Claramente, Trump ahora busca responsabilizar a los demócratas por su promesa que nunca se cumplirá. Se deja para causar una parálisis de las principales administraciones de Washington.
En general, los parlamentarios blanden la amenaza de “cierre” para presionar a la Casa Blanca, como fue el caso de Barack Obama. La originalidad de la situación en esta ocasión es que es el presidente quien se propone provocar esta parálisis presupuestaria. Trump, quien recibió a los parlamentarios demócratas Nancy Pelosi y Chuck Schumer en la Casa Blanca el 13 de diciembre frente a las cámaras, incluso dijo, con valentía, que estaría “orgulloso de despedir al gobierno”. nombre de seguridad fronteriza ‘.
¿Reducir el proyecto de muro o rechazar cualquier compromiso?
Ahora la mayoría de los estadounidenses (57%) quieren que el presidente reduzca su plan de muro. Pero Trump prefiere escuchar a sus partidarios más candentes: el 78% de los votantes de línea dura del Partido Republicano lo empujan a rechazar cualquier compromiso.
Pero al final del año, Washington puede escapar de un psicodrama. “Tenemos otras formas de llegar a los 5 mil millones”, dijo Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca, en Fox News. Sin decir cómo. “Al final, no queremos cerrar las administraciones federales, queremos cerrar la frontera”, agregó.
Pase lo que pase, el presidente multimillonario tiene la intención de pasar las celebraciones de fin de año en su palacio en Florida.
