Margaret Keenan, de 90 años y natural de Irlanda del Norte, se convirtió en la primera persona en el mundo (aparte de Rusia) a recibir la vacuna de Pfizer y BioNtech contra la Covid-19. Lo hizo en un hospital de Coventry, en el norte de Inglaterra, dentro de la vacunación masiva que comenzó ayer en el Reino Unido. Los primeros en ser inmunizados son los mayores de 80 años y el personal sanitario. Significaba mucho para Keenan. “Por fin podré pasar tiempo con mi familia y mis amigas después de pasar buena parte del año sola”, dijo. Y añadió: “Espero que sirva para que otras personas vengan también y se la pongan para poder librarnos lo antes posible de esta cosa tan terrible.”
Uno de los principales problemas que teme encontrarse el gobierno es la desconfianza de la gente y la desinformación que hay sobre la vacuna. Es por ello que la reina Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, de 94 y 99 años respectivamente, han dicho que serán los primeros en ponerse la vacuna. También lo anunciarán los príncipes Carlos y Guillermo. El gobierno espera de esta manera dar confianza a la población. Para conseguir la inmunidad de grupo es necesario que se vacune el 70% de la población.
El objetivo del gobierno britanico es haber vacunado todas las personas de más riesgo de aquí a finales de marzo para poder suavizar las restricciones. Se trata de un objetivo muy ambicioso. Y no será nada fácil. Las vacunas no se pueden llevar aa las residencias de ancianos para que se transportan en frigoríficos gigantes de 975 dosis (es el máximo que permite el regulador) y derrocha muchas unidades. Se espera que el regulador autorice remesas más pequeñas este fin de semana.
