La lucha de poder entre Maduro y Guaidó se decide en la frontera

Guaido desafia a Maduro

El presidente Nicolás Maduro dijo que Venezuela cerraría su frontera con Brasil el jueves “hasta nuevo aviso” en medio de un tenso enfrentamiento con el líder opositor Juan Guaidó por permitir la ayuda humanitaria.  

El mismo Juan Guaidó se ha comprometido a dirigirse a la frontera del país hoy para traer personalmente alimentos y medicamentos suministrados por Estados Unidos.

Guaidó de 35 años, reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela, planeaba viajar en una caravana de autobuses con otros miembros de la Asamblea Nacional controlada por la oposición.

Las acciones de Guaidó, desafiando al gobierno respaldado por el ejército, suscitan temores de posibles confrontaciones durante el fin de semana después de que  fijara una fecha límite para el sábado para traer la ayuda.

El presidente Nicolás Maduro, mientras tanto, ordenó a sus militares reforzar la seguridad fronteriza y bloquear un importante puente fronterizo para evitar que los suministros ingresen al país desde Cúcuta, Colombia, donde se almacenan toneladas de suministros.

Además, dijo que Maduro dijo que la frontera terrestre con Brasil estaría “completa y absolutamente” cerrada desde las 8:00 pm (0000 GMT) “hasta nuevo aviso”, luego de una reunión con el alto mando militar.

Aunque no está claro qué pretende hacer exactamente Guaidó, dice que ha reclutado a cientos de miles de voluntarios en los últimos días para ayudar a traer y distribuir la ayuda.

El miércoles, reunió a los conductores de autobuses para ir a las fronteras a recolectar ayuda para los venezolanos que sufren escasez.

“Aunque nos apuntan con sus armas, y todos nosotros hemos recibido amenazas, balas de goma e incluso vivas, no tenemos miedo”, dijo Guaidó, de pie en la parte trasera de un camión entre una multitud de simpatizantes.

“Nos mantendremos en la calle con nuestros cofres al descubierto, exigiendo libertad para toda Venezuela”.

Los envíos de alimentos y medicinas para la población afectada por la crisis se han convertido en un foco clave de la lucha de poder entre Maduro y Guaidó.

El líder de la legislatura venezolana de 35 años se proclamó presidente interino el 23 de enero y desde entonces ha ganado el respaldo de más de 50 países. Quiere destituir a Maduro, establecer un gobierno de transición y celebrar nuevas elecciones.

“Esto podría ser muy pronto, entre seis y nueve meses, una vez que termine la usurpación actual de Maduro”, dijo Guaidó a la estación de televisión mexicana Televisa.

Guaidó, quien dice que 300,000 personas podrían morir sin una afluencia de ayuda, dice que su objetivo es reunir a un millón de voluntarios para comenzar a traerlo para el sábado.

Dirigiéndose a los partidarios, enumeró los puntos de entrada de tránsito planeados en las fronteras de Brasil y Colombia, la isla de Curazao y los puertos marítimos de Puerto Cabello y La Guaira.

Sin embargo, el ejército pro Maduro ya ha bloqueado el puente Tienditas a través de la frontera con Colombia, y la vicepresidenta Delcy Rodríguez confirmó que el gobierno estaba cerrando los enlaces aéreos y marítimos entre Curazao y Venezuela.

El ejército dijo en un decreto que prohibía a los barcos que salgan de los puertos de Venezuela hasta el domingo para evitar acciones de grupos “criminales”.

La directora de Amnistía Internacional para América, Erika Guevara, instó a las autoridades a que “no solo reconozcan esta grave crisis … sino que también garanticen el acceso” a los que aportan ayuda.

Tras subrayar la gran cantidad de apoyo internacional para Guaidó, el empresario británico Richard Branson planea celebrar un concierto a favor de la ayuda dentro de Colombia el viernes, mientras que el gobierno de Maduro organiza un concierto rival en su lado de la frontera, a unos 300 metros (300 pies) de distancia.

Las autoridades estadounidenses dicen que la ayuda llegará a miles de venezolanos y durará unas semanas. Otros detalles de cómo la oposición pretende distribuirlo fueron escasos.

El conductor del autobús, José Figueroa de 60 años, dijo que planeaba abandonar Caracas en los próximos días en un convoy de unos 30 vehículos.

‘El gobierno nos está llevando a la guerra. Será muy difícil. La situación es extremadamente tensa “, dijo, mientras los conductores estacionaban sus autobuses y camionetas en un mitin en el centro de Caracas. “Pero una bala te matará más rápido que el hambre”.

El rally del miércoles reunió solo un par de docenas de autobuses y camionetas en apoyo de Guaidó. Los pilotos a favor de la oposición habían planeado realizar su manifestación en una importante encrucijada más al oeste, pero encontraron la avenida bloqueada por una manifestación mucho más grande.

Cientos de conductores de autobuses estatales se reunieron en las camisas rojas del movimiento pro-gubernamental ‘Chavismo’, en una reunión convocada por las autoridades. Gritaron su lealtad a Maduro, el ex conductor de un autobús, y el recuerdo de su antecesor, el padre de la “revolución socialista” de Venezuela, Hugo Chávez.

El conductor del autobús estatal Julio Arocha, de 53 años, admitió que estaba “afectado negativamente” por la crisis, “económicamente, psicológicamente”, pero que sobrevivió gracias a los repartos de alimentos estatales.

Al igual que Maduro, Arocha culpó de la crisis a la “agresión” extranjera. ‘La agresión se está intensificando. La palabra ‘humanitario’ es un eufemismo ‘, dijo. A pesar de estar en las reservas de petróleo más grandes del mundo, Venezuela se enfrenta a una crisis económica y humanitaria, con una grave escasez de alimentos y medicamentos.

“Incluso si la fecha límite del 23 de febrero no sirve como catalizador (para el cambio de régimen), Maduro probablemente pagará un costo de cualquier manera”, escribió la analista de Eurasia Group Risa Grais-Targow en una nota esta semana.

“Salir de la entrada de alimentos y medicinas en el país provocará una condena y aislamiento internacional adicional, mientras que también probablemente alimentará las protestas de la oposición y profundizará la demanda popular de cambio”.

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