La actualidad venezolana está marcada por una fuerte crisis que invita a muchos de sus habitantes a emigrar. Las cifras de estos movimientos han revelado que el éxodo venezolano es el mayor en Latinoamérica en los últimos cincuenta años.
La ONU ha decretado que un total de 2,3 millones de refugiados venezolanos han abandonado el país en los últimos años. Muchos de ellos, cruzan la frontera con Colombia o incluso huyen a Perú, Chile y otras pequeñas islas del Caribe.
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Venezuela azotada por una fuerte crisis económica
Venezuela se ha visto sumida en la peor crisis económica de su historia reciente, alcanzando la mayor inflación del mundo y teniendo problemas de desabastecimiento de ciertos alimentos, productos básico y medicinas.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha tomado alguna serie de medidas para intentar hacer frente a esta grave situación. Entre ellas, se encuentra el crear una nueva moneda -el bolívar soberano-, cuya entrada en vigor provocó una devaluación de más del 90%.
Ésta es una de las causas que ha provocado que los venezolanos estén desesperados por salir del país: el colapso económico y la hiperinflación hace que la gente pase hambre, no tengan trabajo y necesiten un lugar nuevo en el que poder cubrir sus necesidades básicas.
Desafíos para otros países
Este desolador escenario ya no sólo azota a Venezuela, sino que se ha convertido también en un desafío para otros países cercanos. Esto es lo que ocurre con Ecuador, Perú y Chile, quienes empiezan a verse desbocados. A pesar de eso, desde Venezuela destacan que los países latinoamericanos están siendo muy generosos con todos los desplazados.
¿Hay ayuda internacional?
En esta grave situación, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) está jugando un papel importante, pero lo cierto es que todavía no ha declarado el problema en Venezuela como una crisis de refugiados.
La ONU ha permitido el desarrollo en ciertos campos, pero todavía falta ayuda por parte de la comunidad internacional y de Estados Unidos, a quien se le reclama un mayor apoyo a los venezolanos que huyen por desesperación económica y la represión política.
Esto hace, por tanto, que se solicite una mayor atención por parte de la comunidad internacional, especialmente desde Europa. Hay una opinión generalizada y es que desde el continente europeo, la situación de Venezuela se ve como un problema remoto.
El gobierno venezolano se niega a reconocer que existe una verdadera crisis humanitaria en el país, lo cual limita la capacidad de la comunidad internacional de proporcionar la ayuda humanitaria que realmente se necesita.
Con todo, queda latente que una fuerte crisis está ocurriendo en Venezuela y que, desde el interior del país como desde los países de la comunidad internacional, no se están llevando a cabo las medidas que podrían paliar, un poco, el problema. Especialmente, se reclama la ayuda de los Estados Unidos, país al que consideran un gran responsable.