A pesar de las fuertes sospechas expresadas la semana pasada por la CIA contra Mohammed Ben Salman, el presidente de Estados Unidos reitera que la relación entre su país y Arabia Saudita es «inquebrantable».
Después del anuncio de un «informe completo» de la CIA para esclarecer el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, Donald Trump emitió el martes una declaración previa al tradicional perdón presidencial de dos pavos, y luego volar a Mar-a-Lago, Florida, donde pasará el largo Puente de Acción de Gracias.
«Nuestras agencias de seguridad continúan evaluando toda la información, dice el presidente, pero bien podría ser que el Príncipe Heredero (Mohammed Ben Salman, dijo MBS, Ed) estaba al tanto de este trágico evento, tal vez sí ¡y tal vez no! «Esto a pesar de sus» negativas vigorosas «y aunque Khashoggi fue retenido» por un enemigo del estado saudí «.
«Pero mi decisión no se basa en eso», dijo el presidente, cuya decisión es «seguir siendo un socio fuerte de Arabia Saudita para garantizar los intereses de nuestro país, Israel y todos nuestros demás». socios en la región «. El Congreso, que promete mantener a raya a Arabia «siempre que MBS sea la cara», en palabras del senador Lindsey Graham, «es libre de ir en otra dirección», agrega Trump. Examinaré todas las ideas que me serán enviadas «.
«Todo el mundo sabe lo que pasó»
«Dejamos de hablar y seguimos adelante», dijo Simon Henderson, del Instituto de Política para el Cercano Oriente de Washington. Según el senador republicano Roy Blunt, «informado» el viernes con miembros del Comité de Inteligencia, la CIA carece de «una prueba formal» de que la orden de asesinato emana de MBS. Para Trump, que busca pasar la página de este sórdido asunto sin cuestionar su relación con los Saud, la duda es suficiente.
«Todo el mundo sabe lo que pasó», desliza un asesor presidencial. Pero mientras el Rey Salman proteja a su hijo, el líder de la Casa Blanca lo tratará como un activo para reprimir a Irán, controlar el precio del petróleo y respaldar un compromiso entre Israel y los palestinos. También invoca la promesa de Arabia Saudita de comprar $ 110 mil millones de armas estadounidenses, incluso si los libros de pedidos son solo 14.5 mil millones.
El presidente había sido informado de los hallazgos de la estación de espionaje la semana pasada. Gina Haspel, la directora de la CIA, que visitó Turquía a fines de octubre, le contó el contenido de una grabación «muy violenta, muy brutal y terrible» ,Que Trump no quiere escuchar en persona. También detalló una llamada entre el embajador del reino en Washington, Khaled Ben Salman, hermano del príncipe heredero, y Khashoggi para alentar a este último a que vaya al consulado de Estambul para obtener los documentos necesarios para su boda. Asegurándole que estaría «a salvo».
Finalmente, Haspel justificó el «alto grado de confianza» de los servicios estadounidenses en la responsabilidad directa de MBS al explicar el control estricto que el Príncipe Heredero tiene sobre todos los asuntos del reino.
A cambio de su complacencia, Donald Trump espera una pausa en el frente de Yemen, donde el Pentágono ya ha dejado de suministrar a la fuerza aérea saudí. Washington también nombró al embajador del general John Abizaid en Riyadh, para poner bajo vigilancia a MBS. La actitud del presidente hacia el príncipe heredero se observará de cerca durante el G20 en Buenos Aires a fines de noviembre.
