Somalia está viviendo una crisis humanitaria que la comunidad internacional no debe olvidar. Grupos yihadistas, conflictos y refugiados son algunas de las cuestiones a las que se enfrenta su gobierno.
Somalia, el país africano, lleva un tiempo sufriendo una crisis a nivel humanitario, y es que el Gobierno debe enfrentarse a grandes desafíos. Lucha contra el grupo yihadista Al Shabab, reconstrucción del país y atender a refugiados retornados son algunos de los frentes con los que ha de lidiar el gobierno.
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¿Qué ocurre en Somalia?
Esta nación del Cuerno de África es una de las cinco más pobres del mundo. Y es que, además a los conflictos a los que se enfrenta, también se encuentra en riesgo de hambruna causado por una larga sequía y tiene al frente a un gobierno débil que no controla la mayor parte del territorio.
Todo ello ha provocado que el país se encuentre en una situación de inestabilidad y caos desde que cayó el dictador Mohamed Siad Barre en el año 1991. Entonces, se desmoronaron las instituciones estatales y el país cayó en manos de islamistas, bandas armadas y señores de la guerra.
Al Shabab es el grupo terrorista que tiene aterrorizado a todo el país, surgió en 2006 con la intención de instaurar un Estado islámico. Actualmente, controla grandes zonas del centro y del sur de país, causando miles de muertos en sus atentados.
Si bien es cierto que en los últimos años la situación ha mejorado, las cifras siguen siendo demoledoras: hay 1,2 millones de desplazados internos, un millón se ha desplazado a países vecinos y 6,2 millones (más de la mitad de los habitantes) necesitan ayuda humanitaria.
La cantidad de refugiados asediados por el conflicto de Somalia ha provocado otro problema: la trata y el tráfico de personas. Se han generado mafias que juegan con las esperanzas y proyectos de futuro de los refugiados, especialmente con aquellos que ven en Europa la solución a sus problemas.
Se busca ayuda internacional
Desde Somalia se lamentan de que la crisis que está viviendo el país no esté más presente en la agenda informativa; por ejemplo, cuando hay algún ataque terrorista con cientos de víctimas, no se hace eco. Así, se solicita a los países donantes más fondos para ayudar a los refugiados retornados a que puedan reintegrarse en la sociedad y ofrecer perspectivas de futuro a los más jóvenes.
A pesar de todo esto, sí se destaca el apoyo que está recibiendo el país por parte de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (oNUDD) en capacitación y formación judicial. Se pretende así ayudar a luchar contra las redes criminales de tráfico de personas. Así, la ONUDD, junto a la Unión Europea y la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ), está impulsando la creación de una estrategia regional en el Cuerno de África para luchar de manera directa contra ese delito.
Sin duda, la situación de Somalia es alarmante y sólo con ayuda internacional se puede mejorar la vida de los somalies.
