Los asistentes de voz son una herramienta cada vez más popular que estamos encontrando integrada en cada vez más dispositivos. Su auge ha sido tal que ya hay docenas de ellos, hasta el punto de que Amazon ha propuesto integrar todos los asistentes de voz en una iniciativa que permita que todos los dispositivos funcionen libremente con todos los asistentes, algo a lo que todavía son reticentes Google, Samsung y Apple. En cualquier caso, lo más probable es que, hoy por hoy, si tienes un teléfono en el bolsillo –o un asistente virtual en casa, o un PC o Mac sobre el escritorio–, tengas también acceso a un asistente de voz, con todos los riesgos que eso conlleva.
Contenido
1. Pueden escucharlo todo
Tener un asistente de voz significa tener un micrófono escuchándote continuamente, y, lo que es peor, un micrófono vinculado a una gran corporación. Empresas como Amazon y, sobre todo, Facebook, utilizan el acceso a tu micrófono para escuchar y registrar lo que dices, con el objetivo de ofrecerte publicidad acorde a tus intereses en sus plataformas. En el caso de Facebook esto es especialmente estremecedor, con numerosos testimonios de personas que han visto anuncios en la plataforma sobre productos que simplemente han comentado en una reunión familiar con sus teléfonos cerca.
2. Tienen acceso a datos críticos
Los datos a los que tienen acceso tus asistentes de voz pueden ser críticos. Para comenzar, tienen acceso a tu nombre de usuario y contraseña de la plataforma a la que pertenezcan –Amazon en el caso de Alexa, Apple en el caso de Siri, etcétera–. Pero además, si los utilizas para hacer cualquier tipo de compra, tendrán acceso también a tu tarjeta de crédito o débito. Si se produce cualquier tipo de filtración en tu conexión mientras los usas, estos datos pueden caer en manos de terceros y suponerte graves contratiempos o incluso pérdidas económicas, si bien este es un riesgo que puedes evitar mediante el uso de una VPN para proteger tu conexión.
3. Pueden usarse a distancia
Ese es el propósito de un asistente de voz, ¿verdad? Pero también es uno de sus principales riesgos. Si puedes activar a Siri con un comando de voz desde tu sofá, también se la podrá activar con un comando de voz desde la ventana o desde la puerta de tu hogar. Esto permite a los hackers aprovechar tus asistentes de voz para realizar operaciones por ti, lo que es especialmente peligroso si, por ejemplo, los tienes vinculados a las cerraduras de tu casa.
4. Pueden distraerte en la carretera
Uno de los usos más populares de un asistente de voz es la asistencia en la carretera. ¿Quién no ha usado al Asistente de Google o a Alexa para guiarse mientras conduce? Se trata de un uso que puede ser bastante práctico, pero el problema comienza cuando empieza a constituirse en una distracción. Los asistentes de voz pueden usarse también para consultar resultados de fútbol, reproducir música o buscar información en Google, lo que ha causado no pocas distracciones y accidentes al volante.
5. Son difíciles de desactivar
Algunos de los riesgos de los asistentes de voz podrían mitigarse en buena medida si resultara sencillo desactivarlos, pero no lo es. Tanto en nuestros teléfonos como en los objetos del IoT, no resulta fácil asegurarse de si un asistente está activado o desactivado, con lo que el riesgo de que esté a la escucha cuando no debería estarlo es, ciertamente, muy real.
6. Analizan nuestras conversaciones
Además del uso publicitario que empresas como Facebook hacen del acceso a nuestros micrófonos, todas las plataformas que gestionan asistentes de voz graban fragmentos de conversaciones al azar que luego son escuchados por operarios humanos para tratar de perfeccionar la calidad del sistema de reconocimiento de voz. Esto ha destapado diversos escándalos en relación con la pérdida de privacidad en que se incurre con estas prácticas.
7. La tecnología aún está muy verde
A todos estos riesgos se le suma el hecho de que, a grandes rasgos, la tecnología de los asistentes de voz sigue estando muy verde, lo que hace que pueda presentar problemas inesperados, bugs, backdoors y cualquier otro tipo de funcionamiento inapropiado que pueda resultarnos perjudicial de muy diversas formas, desde la filtración de nuestros datos hasta el robo de nuestras tarjetas de crédito o la infección de nuestros dispositivos con malware, por citar solo algunas de las consecuencias negativas que pueden ocurrir mientras esta nueva tecnología sigue evolucionando y perfeccionándose.