Donald Trump y Xi Jinping han suspendido las hostilidades comerciales al margen del G20, pero la fricción continúa. Se declara la tregua entre Washington y Pekín, pero comienza lo más difícil. El armisticio comercial entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, el sábado 1 er diciembre por la noche en Buenos Aires, después de la cumbre del G-20, viene con un objetivo menos ambicioso para alcanzar, dentro de un período de 90 días, un acuerdo definitivo, que incluya una serie de puntos de fricción particularmente sensibles entre las dos partes.
EE.UU. y China acuerdan detener la imposición de nuevos aranceles por 90 días Los presidentes Xi Jinping y Donald Trump alcanzaron el acuerdo luego de su reunión por más de 2 horas en la cumbre G20. https://t.co/B1YfeKAfPz #PerúNoticias pic.twitter.com/NNoggz6lc3
— Perú Noticias (@Peru_Noticias) December 2, 2018
Los dos líderes, que no se habían visto durante más de un año, habían decidido reunirse para una cena de trabajo, alrededor de un bistec asado con malbec argentino. Una reunión fallida hubiera llevado a un endurecimiento de la guerra comercial lanzada por el presidente de los Estados Unidos. O bien el aumento de 10 a 25% a partir del 1 er enero aranceles punitivos ya gravados en $ 200 mil millones en importaciones chinas, probablemente seguido por la venganza de Beijing.
Esta nueva escalada no tendrá lugar, al menos no todavía. Al final de la entrevista, Estados Unidos anunció que estaba renunciando a este nuevo componente fiscal. A cambio, según la Casa Blanca, China se compromete a realizar compras «muy importantes» de productos estadounidenses, incluidos los agrícolas, industriales y energéticos.