“Nadie debe renunciar a ninguna de sus convicciones o preferencias”, las debe “compaginar con un bien superior que es la recuperación de nuestro país”.
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aseguró este lunes que “el desafío al que nos enfrentamos sólo podremos abordarlo con la máxima unidad; si no de todos, sí de los más”, “de todos los dispuestos a arrimar el hombro”, porque “si España quiere, España puede”.
Durante la conferencia ‘España puede. Recuperación, Transformación, Resiliencia’ pronunciada en la Casa de América de Madrid, el líder socialista ha recordado que estamos “combatiendo en todos los espacios para mantener a raya un virus mortífero” y que eso ha provocado que nuestra riqueza se haya desplomado dos dígitos este año. “El desafío es tan ingente que nos convoca a todos. Es el mayor reto en un siglo y no puede enfrentarlo -y menos superarlo- una parte de la población, una parte de la política, una parte de la economía, una parte del país. No puede superarlo media España dando la espalda a la otra media. Menos todavía media España contra otra media”, subrayó Sánchez.
En consecuencia, y para avanzar, necesitamos “desterrar la pelea partidista de la lucha contra el virus”; “instituciones sólidas” y “un nuevo clima político marcado por la estabilidad y por la unidad”. “El gobierno que encabezo puede garantizar la estabilidad del ejecutivo durante los 40 meses que restan de legislatura” –dijo-, pero “no basta”, es precisa “la máxima unidad”; “una unidad que se imponga sobre los viejos clichés y los viejos hábitos”.
“Quiero que se me entienda bien: no estoy apelando a la unanimidad. Nadie debe renunciar a ninguna de sus convicciones o preferencias. Solo debe acompasarlas al momento excepcional que nos ha tocado vivir. Debe compaginar esas convicciones, esas preferencias con un bien superior que es la recuperación de nuestro país”, aunque “de sobra sabemos que existen fuerzas políticas que se autoexcluyen de cualquier consenso”.
“Pero España nos necesita a muchos arrimando el hombro. Cuanto más amplia sea la base social y parlamentaria que sostenga el esfuerzo de la recuperación, mejor; más rápida será la reacción y más pronto sentiremos los resultados”. Por tanto, “unidad es la palabra clave”. Para empezar “entre el Gobierno y las Comunidades Autónomas que seguiré promoviendo sin cesar”, pero “también entre los agentes sociales”, y “entre las fuerzas políticas con presencia parlamentaria”.
“No hay soluciones sin diálogo. No hay diálogo sin entendimiento. Y no hay entendimiento sin política de altura. Es tiempo de acuerdos; de encuentros; de negociación y honestidad. Es tiempo de la España que queremos construir”, añadió.
Por tanto, “tenemos una legislatura dilatada por delante. Será estable porque esa fue la voluntad de los ciudadanos. Pero nos toca ahora decidir si además de estable y dilatada, queremos que sea fecunda. Eso ya depende de muchos, depende de todos”.Y ante ello, “podemos redoblar nuestras fuerzas sumándolas o podemos anularlas restándolas. Nadie ganará por el segundo camino. Nadie puede beneficiarse del daño colectivo. De nosotros, de todos y cada uno de nosotros, depende que la legislatura, además de larga, sea fructífera. Y no me cabe ninguna duda de que va a ser así. Si España quiere, España puede, pero tenemos que querer muchos, cuantos más mejor”, concluyó.