En el mundo del deporte, prometer resultados es algo que no se suele hacer, ya que influyen numerosos factores en el rendimiento de cualquier deportista. El nuevo técnico del FC Barcelona, Quique Setién, no prometió resultados en su primera rueda de prensa como entrenador blaugrana, pero si que aseguró que su equipo jugaría bien al fútbol.
Desde su primer entrenamiento con el equipo azulgrana, Quique Setién se ha empeñado en cambiar la manera de jugar del FC Barcelona en búsqueda de un juego de posición más semejante al empleado por Pep Guardiola, diferenciándose así de los últimos años con Luis Enrique y Ernesto Valverde como entrenadores del Barça.
Los resultados de momento no están siendo positivos, y se han agudizado con la última derrota en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid, perdiendo el liderato de LaLiga Santander. Las apuestas de fútbol para el título de liga se han equilibrado después de una década en la que el FC Barcelona siempre ha sido el principal candidato a hacerse con este trofeo doméstico.
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El buen fútbol que no llega
La destitución del Ernesto Valverde como técnico blaugrana sorprendió a muchos aficionados, pues por aquel entonces el equipo era líder de la liga y se había clasificado brillantemente para los octavos de final de la UEFA Champions League. La excusa de la dirección deportiva del FC Barcelona fue dar un cambio de rumbo al equipo en busca de una reacción para bien tras la eliminación en la Supercopa de España.
Esta explicación no convenció a nadie, pero veían en Quique Setién una persona capaz de devolver al FC Barcelona el gran nivel de juego mostrado por el equipo años atrás. A eso se comprometió el santanderino, aunque no lo ha conseguido, ofreciendo un juego predecible y aburrido y siendo incapaz de batir a rivales directos, como le pasó frente al Nápoles, Valencia CF o Real Madrid en el último clásico. Solo Messi ha sido capaz de despertar del letargo al equipo en alguna cita que ha resuelto el club azulgrana con poco fútbol pero con las genialidades del astro argentino.
La cantera tampoco se cuida
Uno de los motivos de crítica que siempre tuvo Ernesto Valverde fue la escasez de oportunidades que dio a la cantera del FC Barcelona. En ese sentido, el mensaje de Quique Setién fue el de empezar a contar mucho más con los jugadores del filial y promocionar a los jóvenes valores de La Masía.
No ha sido así; un guiño a Riqui Puig en sus primeros partidos como técnico y poco más. De hecho, las salidas de Carles Pérez y Abel Ruíz en enero minimizaron la importancia de los canteranos, cosa que no mejoró cuando se confirmó la baja de larga duración de Ousmane Dembélé, que permitía al Barcelona firmar a un jugador para suplir al extremo francés.
Lejos de mirar al filial, Quique Setién afirmó en rueda de prensa que el equipo necesitaba fichar a un atacante para ayudar a los éxitos del equipo, y desembocó en la llegada de Martin Braithwaite, cerrando más puertas a las jóvenes perlas del FC Barcelona.
Podemos concluir entonces que el cambio de rumbo no está ayudando a conseguir los éxitos deportivos a corto plazo, eliminados de la Copa del Rey, segundos en LaLiga Santander y sin convencer en Europa, y tampoco está viéndose beneficiado el modelo de juego del equipo, que no gusta y resulta tedioso. Por si fuera poco, la cantera sigue sin ver futuro en el primer equipo con el cambio de técnico, así que tendrá que seguir a la espera de oportunidades.