El termino fibromialgia se refiere a una enfermedad que causa una sensación de cansancio, acompañada de un dolor generalizado a lo largo del sistema musculo esquelético. Desde el año 1992 se le considera como una enfermedad por parte de la OMS y según las estadísticas de la organización, afecta al menos a 2% de la población adulta.
Existen muchas dudas y controversias que se relacionan con el tratamiento y su diagnostico. Hoy despejaremos algunas dudas respecto al tema.
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¿Qué es la fibromialgia?
Es una enfermedad reumatológica, pero se sospecha que su origen es neurológico, aunque no se tienen pruebas que confirmen la teoría. Son los síntomas los que permiten definirla y caracterizarla. Dolor muscular, articular, de los huesos y ligamentos, en compañía de un cansancio extremo, insomnio, ansiedad y dolor de cabeza.
Afecta a personas de todas las edades y géneros, aunque tiene mayor incidencia en el grupo de mujeres con edad de 20 a 50 años. Las últimas investigaciones realizadas, indican que una alteración del sistema neurológico pudiera ser la causa de un mal funcionamiento de las vías que transmiten el dolor, causando una modificación en la manera en que se percibe el mismo.
Esa teoría explicaría también el resto de los síntomas asociados, pero aun no se encuentra confirmada. No se conocen causas específicas para este padecimiento, pero al parecer hay cierta predisposición genética a la enfermedad.
¿Qué tratamiento existe?
Dado que el conjunto de síntomas que componen la enfermedad resulta muy característico, es muy sencilla de diagnosticar. Al tratarse de una enfermedad crónica no degenerativa, se desarrolla en etapas que pueden tener diferente duración y severidad.
El tratamiento es estrictamente sintomático, ya que no existe una cura o solución definitiva para corregir este padecimiento. El objetivo del tratamiento se remite a eliminar el dolor y mitigar los síntomas que acompañan la enfermedad, siendo esta la única forma de conseguir mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En algunas ocasiones, las alteraciones psicológicas requieren tratamientos específicos. Es necesario que el paciente realice cambios en su estilo de vida y alimentación, cumpla con una rutina diaria de ejercicios y trate de dormir las horas necesarias para proporcionar descanso al sistema nervioso.
Las condiciones del sueño son otro asunto importante, ya que la ansiedad y la depresión pudieran agravarse con el descanso incorrecto. Un colchón de dureza media y una almohada baja son elementos indispensables para el descanso. Del mismo modo, los pacientes con fibromialgia deberían evitar totalmente la ingesta de bebidas estimulantes como el alcohol y el consumo de sustancias que puedan alterar su sistema nervioso.
Los analgésicos permiten el alivio parcial de los dolores, pero solo deben ser administrados bajo las indicaciones del médico tratante. En ocasiones se recetan pequeñas dosis de antidepresivos, ya que los mismos mejoran los síntomas del padecimiento gracias a que causan el aumento de la serotonina, un neurotransmisor con la capacidad de regular el estado de ánimo de una persona.
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