Decenas de miles de manifestantes se reunieron este domingo en Madrid en una protesta contra las concesiones del gobierno de Pedro Sánchez a los partidos catalanes independentistas.
Unas 45,000 personas según la delegación del Gobierno en Madrid, y 200.000 según los organizadores, reclamaron bajo el lema «¡Por una España unida, ahora!», la convocatoria de elecciones generales.
La propuesta del gobierno el martes pasado de nombrar un “relator” para facilitar las conversaciones en la crisis de la independencia de Cataluña impulsó a los partidos de la oposición PP, Ciudadanos, y también Vox, a actuar.
Los manifestantes consideran una traición y una rendición a la presión de los separatistas catalanes por parte del Gobierno de Sánchez. Sus cantos llenaron la Plaza de Colón en el centro de Madrid en la protesta más grande que el Gobierno socialista enfrentó en ocho meses en el poder.
El líder del Partido Popular, Pablo Casado, dijo a los periodistas antes de la protesta: «El tiempo del gobierno de Sánchez ha terminado».
Por otro lado, La vicepresidenta, Carmen Calvo, dijo el viernes que las conversaciones propuestas estaban en camino de fracasar. Esto se debía a que los grupos catalanes a favor de la independencia habían rechazado el marco propuesto por el gobierno. Los grupos catalanes quieren un referéndum sobre independencia incluido en la agenda, pero Madrid no aceptará tal propuesta.
A pesar de este argumento, el secretario general de PSOE, Pedro Sánchez, dijo de partido en un mitin en Santander: «El gobierno trabaja por la unidad de España y eso significa unificar a los españoles y no poner uno contra el otro como lo está haciendo hoy la derecha en la plaza Colón».
La protesta tuvo lugar dos días antes del inicio del juicio de 12 líderes de la independencia catalana. Enfrentan hasta 25 años de prisión por cargos de rebelión y uso indebido de fondos públicos por su papel en un intento fallido de secesión de España que están acusados de encabezar en 2017.
El gobierno también afronta una votación clave el miércoles sobre su propuesta de Presupuestos Generales del Estado para 2019, que probablemente fracasará sin el apoyo de los partidos catalanes.
Esos partidos han dicho que su voto para el presupuesto está condicionado a las conversaciones catalanas, incluido el tema de la independencia, que es algo que el gobierno no incluirá. Si el parlamento no aprueba el proyecto de ley de presupuesto podría provocar la convocatorias de elecciones generales.
