El Barcelona se ha convertido en la última década en uno de los clubes con mayores éxitos del mundo, por lo que la exigencia que los aficionados tienen sobre los jugadores y entrenador es muy alta. Ernesto Valverde nunca ha sido un entrenador demasiado querido para la afición culé ya que las comparaciones en muchos casos son odiosas y es prácticamente imposible emular la gesta que consiguió Pep Guardiola en el banquillo del Camp Nou. Esto siempre ha jugado en su contra, pero la situación cada vez va a peor.
El entrenador vasco lleva varias temporadas en el Barcelona, teniendo una gran plantilla a su disposición, pero sin realmente encontrar lo que se espera de un equipo del máximo nivel. El estilo de juego del equipo blaugrana parece haber desaparecido ya que se priman más los resultados que el juego. El Camp Nou es un estadio acostumbrado al buen juego con la filosofía de Johan Cruyff, donde prevalece la posesión de balón por encima de todo. Esto parece no estar siendo de esta forma en la temporada actual y el mal juego del Barcelona empieza a desesperar a los aficionados.
La derrota ante el Levante por 3-1 en su estadio y el empate en casa contra el Slavia Praga parece haber encendido todas las alarmas. El propio Ter Stegen avisaba del cambio que requería el equipo para volver a rendir a un buen nivel ya que la situación es prácticamente inasumible a día de hoy y el objetivo de ganar la Champions League está muy lejos. Equipos como Manchester City o PSG están ofreciendo un rendimiento mucho mejor en la competición europea, por lo que el Barcelona debe mejorar mucho en los próximos meses si quiere plantarles cara y tener posibilidades de levantar el título de campeón en mayo.
Jugadores como Júnior Firpo o Ivan Rakitic empiezan a cansarse de la situación que viven con Ernesto Valverde al frente, aunque ambos jugadores tienen una situación bastante distinta. El jugador español se incorporó esta temporada a las filas del conjunto blaugrana y apenas ha tenido minutos desde el principio. Además, los nervios le jugaron una mala pasada en los primeros partidos con la camiseta del equipo blaugrana y parece que no termina de convencer a Valverde. Los pronósticos en las apuestas de la Champions League le otorgan al Barça una cuota de 8, cifra seleccionada y confirmada a día 13 de noviembre.
Por otro lado, Ivan Rakitic es uno de los jugadores más regulares que ha tenido el Barcelona en las últimas temporadas, pero la llegada de jugadores de gran nivel como Arthur y Frenkie de Jong parecen haberle cerrado totalmente las puertas. Lo más probable es que el jugador croata salga a otro equipo la temporada que viene ya que un jugador de su nivel no puede permitirse estar sin apenas disputar minutos durante el año.
Otro aspecto negativo que tiene Ernesto Valverde es que no tiene una relación muy buena con Lionel Messi, el principal líder del vestuario y recién ganador de la Bota de Oro por ser el máximo goleador la temporada pasada. El astro argentino no termina de entender algunas de las decisiones del entrenador español y diversas fuentes apuntan a que ya ha recomendado a otros técnicos que le puedan sustituir en el futuro.
El único respiro que puede tener Ernesto Valverde y el Barcelona es la mala situación que atraviesa también el Real Madrid a las órdenes de Zidane. El conjunto blanco se encuentra por debajo de los blaugranas en la competición doméstica y terminarán segundos en el grupo de la Champions por detrás del Paris Saint-Germain, aspecto que hace que los últimos malos resultados del Barcelona sean menos dolorosos. El encuentro aplazado que tendrán que disputar ambos equipos en diciembre puede ser clave para la continuidad de los técnicos en sus respectivos banquillos ya que una derrota puede ser la gota que colme el vaso.
No será nada sencillo predecir lo que va a suceder esta temporada porque en el fútbol puede cambiar todo en cuestión de un par de partidos. Lo más probable es que los dos equipos consigan mejores resultados con el paso de las jornadas, pero es más que evidente que ninguno está en su mejor momento. Los resultados en la Champions League también serán determinantes, principalmente porque es la competición en la que ambos se centran y en la que esperan romper con la sequía para el fútbol español.